sábado, 20 de septiembre de 2008

tomado de ¿Hasta cuándo?, revista Envío, Nicaragua. cualquier semejanza con mi país, Panamá, no es casualidad del destino...

Ese crecimiento económico será similar al de otros años. Contrastándolo con el crecimiento poblacional y con tantos rezagos históricos significará muy poco en la reducción de la pobreza. Además, aunque las exportaciones han crecido en volumen y en divisas, porque hay alza en los precios internacionales, como las importaciones crecen también y cuestan más -por la misma razón- esto mantiene el enorme déficit comercial del país.

En un marco macroeconómico similar al del gobierno neoliberal precedente, la economía familiar continúa muy afectada por la inflación coyuntural y por los ya estructurales altos índices de desempleo, el masivo empleo informal y el empleo público de bajo salario. Y sigue creciendo la emigración.

Es en este permanente mar de pobreza, carencias y falta de oportunidades donde el gobierno de Ortega ha hecho esfuerzos que impacten en los más pobres. Los ha incrementado a medida que se acercan las elecciones municipales, ya que un rotundo éxito en ellas es la visa para el sueño de la reelección de Ortega y para cinco años más en el gobierno.

y respecto a las políticas sociales:

¿Pasan estas obras de beneficio social la prueba de tres de los criterios que deberían acompañar a proyectos populares y no clientelistas? ¿Hay democracia en los métodos y en la organización? ¿Hay equidad en la distribución? ¿Hay eficacia en el funcionamiento y en los resultados? De momento, han sido recibidas por sus beneficiarios con mucho agradecimiento y como “ayudas”.


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